Clown

 Clown

El payaso es un creador, un provocador de risa, sensaciones y emociones. El payaso nos hace reír, sentir y reflexionar con su vision del mundo y sus intentos de posarse por encima de sus fracasos. Nos muestra su vulnerabilidad sin tapujos. Es el niño que todos llevamos dentro, que no tiene tabues, que disfruta jugando y que quiere ser como los adultos aunque nunca pueda conseguirlo.

Características

Lo que el payaso busca (su principal motivacion) es ser amado, quiere que el publico lo ame, quiere que sean sus amigos. Siempre intenta parecerse a los demas, pues cree que asi lo aceptaran y lo amaran, es como un niño que quiere ser adulto. 

Los niños entre 1 y 3 años son 100% clowns, podemos aprender mucho de ellos, pues tienen el "timing", la ingenuidad y algunas de las mas importantes consignas basicas del clown de forma natural, de hecho desde mi punto de vista el clown viene del niño.

Utilidad
Generar estados de alegría y risa, es trasgredir el estado de ánimo de la persona utilizando para esto su entorno y cada de las cosas que tiene a su alcance y es ahí en donde la creatividad y recursividad toman fuerza ya que no es solo ponerse un traje grande y unos zapatos inmensos, es transcender la línea de lo imaginario a la realidad en la que la que vivimos llevando siempre por delante una sonrisa.
“El clown es un arte curativo, además de una actividad gratificante. No obstante, a diferencia de la mayoría de técnicas curativas, su objetivo no es curar enfermos, sino desvelar la vitalidad inherente en todas las personas y gozar de ella”. (Dream, 2012:24) 

Variantes
“El clown y la improvisación andan de la mano. Los clowns son, por 10 naturaleza, espontáneos, impulsivos e inventivos. Sin embargo, las personas en general no siempre se sienten muy inventivas, ni tampoco son capaces de permitirse ser clowns porque si, sin más”. (Dream, 2012: 33). Utilizamos como herramienta la suspicacia del hacer reír lo que permite mejorar el estado anímico de las personas, entendemos que la risa es la mejor terapia para la buena salud por esto somos los mejores terapeutas del humor pero no solo nos caracterizamos por hacer reír, también el ser payaso es estar en un mundo diferente del aprendizaje la facilidad para enseñar es una habilidad particular que muy pocos entendemos y sabemos que el enseñar está más allá de un tablero y un marcador.
“El payaso nos recuerda quienes somos y nos llama la atención para que no nos tomemos tan en serio, porque todos estamos en una cuerda floja y rápidamente podemos virar de lo formal a lo informal, de lo bello a lo feo, de lo agradable a lo desagradable. Estas duplas están presentes en el cotidiano vivir y no sólo en la vigilia sino en el sueño, donde nuestro inconsciente se hace consiente y donde somos actores de los más disímbolos actos. ¡Que existan siempre los payasos! Que sean la otra parte que nos hace falta para ser auténticos; que funjan como la balanza de nuestra vida; que transiten entre el cielo y la tierra, entre lo grotesco y lo sublime; como lo necesario entre esas dos lógicas, la de todos los días y la de la imaginación y la locura. Que su mundo al revés sea para nosotros como un bálsamo para el caos que nos tocó vivir y sigamos siendo sus cómplices en hacer locuras y reírnos de nosotros mismos”. (Merlin, 2012: 14)
Que el ser payaso se signifique y resignifique, que se considere más que un arte un oficio, una profesión, una vocación, en la que el entretenimiento, pase por la felicidad, por el aprendizaje, por la transformación.


Importancia en la educación infantil
El payaso es un creador, un provocador de risa, sensaciones y emociones. El payaso hace reír, sentir y reflexionar con su visión del mundo y sus intentos de situarse por encima de sus fracasos. Muestra su vulnerabilidad sin tapujos. Es el niño que todos llevan dentro, que no tiene tabúes, disfruta jugando y quiere ser como los adultos aunque nunca pueda conseguirlo.
Lo que el payaso busca, su principal motivación, es ser amado, conseguir la amistad del público. Intenta parecerse a los demás, pues cree que así lo aceptarán y amarán.
Los niños de entre uno y tres años se parecen a un clown, tienen el timing, la ingenuidad y algunas de las consignas básicas del clown, pero de forma natural.
Los niños de esa edad quieren ser amados por sus padres y por todos los que les rodean, el clown quieres ser amado por el público.
Quieren ser como los adultos y tratan de imitarlos, el clown hace lo mismo, desea integrarse e intentará parecerse a la gente adulta.
Son espontáneos y no tienen sentido del ridículo. Hacen lo que quieren sin importar quien les ve, la esencia de un clown de igual forma, no le permite tener vergüenza.
Así como los niños de entre uno y tres años, un payaso expresa sus emociones y puede pasar instantáneamente de una a otra.
Si un niño de esa edad está golpeando un mueble, esperará un momento para mirar a su papá o mamá (el clown mirará al público), si se ríen, quiere decir que alcanzó el éxito y puede seguir golpeando, si no se ríen, debe buscar otra vía, es muestra de fracaso. Los clowns hacen lo mismo para saber si captan o no la atención y si divierten a su público.
Los niños son curiosos, todo les sorprende y alucina. De igual forma, un payaso tiene buena capacidad de asombro.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Narración oral escénica

teatro de sombras

Marionetas.